La vuelta de Mercader de Indias es, sin duda alguna, una muy buena noticia para quienes disfrutan de piezas exclusivas y de las firmas de diseño contemporáneo de primera línea. Un hueco en el mercado que había quedado vacío y que con la apertura en la calle Martí del nuevo espacio vuelve a recoger el testigo de la que durante más de 15 años lleva siendo un referente de interiorismo en Valencia.
Carlos Serra, alma mater de Mercader de Indias, nos presenta en los más de 300 m2 una selección de las mejores piezas de Porada, Flos, Casadesús, Ralph Laurent o Flamant que combinado con piezas antiguas consigue crear espacios únicos impregnados de serenidad y gran belleza.
Las dos grandes pasiones de Serra, viajar y adquirir piezas únicas, hacen de Mercader de Indias un local donde encontrar esas pequeñas obras de arte cargadas de simbología, cultura e historia que otorgan personalidad en cada uno de los espacios que crea.
El gran acierto de este local es ofrecer una extensa gama de producto para un amplio campo de clientes, que pueden encontrar en ella desde un pequeño detalle para un regalo hasta el desarrollo de un proyecto de interiorismo integral, punto fuerte de Serra, que lleva más de una década firmando las mejores casas de la ciudad.
Un producto exclusivo que en manos de Carlos Serra se convierte en espacios llenos de armonía, sencillez y sobre todo comodidad. Casas en los que uno se siente a gusto y en las que se utilizan materiales de primera calidad en los que predominan los colores tierra, blancos y beiges. El equipo de excelentes industriales con el que trabaja convierte, aunque parezca imposible, una reforma integral o parcial en algo fácil y rápido, convirtiéndose este en otro de los puntos fuertes de Mercader.
La capacidad creativa de este arquitecto de interiores le ha llevado en sus últimos años al campo de los contracts, donde ha desarrollado proyectos tan interesantes como el Hannover, las joyerías de Victoria Cercós y de Argimiro Aguilar, los restaurantes Mar de Avellanas y Be Water, las tiendas de zapato joya de Lola Cruz o el hotel de Juan Carlos Ferrero y el hotel boutique-restaurante, Balandret, en pleno paseo de Neptuno.
La prensa especializada, El Mueble, Contract, o Architectural Digest. AD, ha destacado en muchas ocasiones sus trabajos con la publicación de amplios reportajes de sus residenciales privados, restaurantes y tiendas. También la prestigiosa revista AD, en su guía anual, lo lleva nombrando durante cuatro años consecutivos como interiorista de referencia en Valencia.
En este número de Tendencias también publican la Joyería Argimiro Aguilar, el local tenía una impresionante boiserie de roble, pero muy oscura, era una pena no poder aprovecharla, por lo que decidí decaparla y lacarla en degrade en blanco con la finalidad de que se apreciara la madera natural y a través de un efecto etéreo en blanco como esponjosas nubes ir ascendiendo y densificándose hasta la gran cúpula central de pan de oro coronada por una escultura de 14 piezas ovales de latón martelé.
Las líneas rectas de los mostradores y expositores, realizados ex profeso para Argimiro, consiguen que las joyas sean las grandes protagonistas. Las mesas también en madera de roble natural trasmiten la tranquilidad para relajarse y disfrutar de un café mientra se aprecia la belleza de las piezas que Argimiro selecciona personalmente.
La iluminación basada en micro focos puntuales de leds, que cambian su tonalidad dependiendo del tipo de joya que se presente, consiguen que cada pieza resulte única y especial. Las lámparas Spun Light de Sebastián Wrong para Flos, ubicadas encima de las mesas, consiguen crear un ambiente muy especial.
La impresionante cúpula dorada sirve de pieza de unión entre los dos principales espacios de la tienda, uno centrado en las piezas de alta joyería y el otro con un mostrador alto de un impoluto blanco, de más de seis metros de longitud, donde se ubica la línea Basic.
Para reforzar la seguridad se ubicaron bolardos revestidos de latón pulidos dentro de la tienda que al final se han conseguido mimetizar como uno más de los objetos de la decoración.
La sensación de calidez se ve reforzada por la utilización de alfombras de seda en color piedra que delimitan los espacios y le dan protagonismo a un diván oval de piel blanca que marca en el epicentro de esta ya emblemática joyería de la calle Colón.